Aprovechar la espléndida luz del Mediterráneo para dar mayor luminosidad a tu vivienda es un imprescindible. Y una forma de maximizar esa luminosidad ahora que se acerca el verano es realizando una sencilla reforma para poder aportar luz a todos los rincones de tu casa en Mallorca. Estas son algunas tácticas con las que lograrlo:

– Fuera tabiques. Una forma simple de lograr que toda la luz de la que podamos disponer recorra al completo la vivienda es eliminando tantos tabiques como podamos. Además de dar mayor sensación de amplitud, lograremos que la luz no tenga barreras y circule libremente, sin obstáculos.

– Claraboyas y ventanas de tejado. La luz que ilumina desde arriba es la que se considera de mayor calidad. Por eso, si tenemos oportunidad en nuestra reforma de instalar claraboyas o ventanas de tejado, aprovecharemos al máximo esa luz que tanta vida da a la casa.

– Paredes de vidrio templado transparente. Eliminar tabiques es la opción más recomendable cuando queremos hacer circular la luz, pero no siempre es posible hacerlo. Es probable que queramos separar estancias de alguna forma, por ejemplo entre el salón y la cocina, aunque ambos compartan espacio. Una manera de lograrlo es con paredes de vidrio templado. Gracias a ellas, la luz fluye sin encontrarse con obstáculos aunque técnicamente hayamos dividido la superficie.

– Ventanas más amplias. Obviamente, las ventanas son fundamentales para obtener luz. Y el tamaño aquí es fundamental. La mayoría de las casas antiguas tenían ventanas muy pequeñas, entre otras razones porque no se contaba con los mismos materiales aislantes que en la actualidad. Sin embargo, ahora es perfectamente posible aislarnos del ruido, y también del frío o del calor, instalando grandes ventanales que dejen pasar la luz. Por eso es buena idea aprovechar la reforma para instalar más ventanas, o ampliar las que ya tenemos. Se trata de una alternativa muy eficaz para ganar luminosidad.

– Tonos claros en paredes, techos e incluso suelos. La luz se refleja en todas las superficies de la casa. Así, dependiendo del tono que tengan los suelos, los techos y las paredes tendremos más o menos luminosidad. Para lograr la máxima luz son fundamentales los colores claros, en especial el blanco. Si además de en techos y paredes lo usamos en el suelo, la sensación de luz se multiplicará.

– La iluminación artificial también es importante. No hay nada como la luz natural, en eso no caben discusiones. Sin embargo, habrá espacios dentro de la casa donde sea difícil hacer llegar la luz natural en la cantidad en que nos gustaría. Los pasillos y rincones poco accesibles suelen estar entre los lugares que sufren más la ausencia de luz. No olvidarse de ellos, y compensar con luz artificial, es clave en cualquier reforma, ya que aportan una iluminación extra con la que podemos evitar las penumbras. Por eso es buena idea contar con una buena iluminación artificial que complete la natural siempre que sea posible.