Cómo sacar el máximo partido de los espacios pequeños en tu reforma
Cuando nos decidimos a hacer una reforma en nuestra vivienda, no solo podemos cambiar la distribución del espacio según nos interese además de aprovechar para renovar lo obsoleto. También es una oportunidad perfecta para sacar todo el partido posible a los metros cuadrados que tengamos y aprovechar al máximo el espacio incluso en lugares pequeños. Es precisamente en estos donde resulta más necesario multiplicar la superficie que tenemos, y algunas estrategias nos ayudan a conseguirlo.
Pensar en escala. Se trata de intentar exprimir el potencial de nuestra superficie de vivienda al máximo, y para lograrlo la primera tarea es darle a cada estancia el espacio que se merece en función de nuestras necesidades. Es decir, priorizar aquellos lugares que vamos a usar más o en los que necesitamos más espacio dándoles más metros y reducir esos en los que nos basta con tener una pequeña superficie. Si pasamos mucho tiempo en el salón porque en él comemos, trabajamos cuando no vamos a la oficina y también pasamos nuestro tiempo de ocio con amigos, lo lógico es que le demos más relevancia. Por el contrario, si el dormitorio solo lo usamos para descansar durante nuestras horas de sueño y no solemos pasar tiempo en él cuando estamos activos, quizá no necesitemos que sea grande.
Eliminar lo innecesario. En casi todas las viviendas hay espacios que no usamos, aunque en su día los antiguos inquilinos le dieran una función. Suele ser el caso de recibidores, pequeños lavaderos en la terraza, espacios que sobran en el baño… Si puedes eliminarlos sin que eso suponga un cambio en tu rutina significa que no los necesitas. Aprovecharlos para dar más metros al resto de la casa puede ser buena idea.
Aunar espacios. Unificar diversos usos en un mismo ambiente también ayuda a ganar espacio. Por eso puede ser buena idea eliminar los tabiques y probar una distribución abierta que elimine los obstáculos y libere el espacio. Una estancia que se presta bastante a este concepto es el salón, donde podemos tener comedor, espacio de trabajo, un rincón para descansar y ver la televisión…
Puertas correderas. Cuando el objetivo es el aprovechamiento del espacio, las puertas correderas suelen estar presentes en el proyecto. Es una forma de ganar bastante espacio en aquellos lugares donde lo necesitas, y sin que la estancia sufra por ello. Cualquier lugar es apropiado para ellas: dormitorios, baños, salón, cocina…
Muebles a medida. En los espacios pequeños, los muebles a medida son la solución perfecta. Requieren mayor desembolso, pero las posibilidades que ofrecen no tienen rival, y muchas veces son la única opción con la que contamos porque los muebles se fabrican en medidas estándar que es posible que no encajen en el espacio del que disponemos.
La verticalidad también existe. Si tienes la suerte de contar con techos altos, la cantidad de metros con los que cuentas se multiplica. Para ello tienes que pensar en vertical: las dobles alturas permiten duplicar la superficie, y son perfectas conservar la privacidad y ahorrar espacio de una sola vez.