Cuando renovar un hotel en las Islas Baleares.
Atraer al visitante a unas islas como Baleares es relativamente sencillo si tenemos en cuenta que es uno de los destinos preferidos por los extranjeros que nos visitan, ya sea por ocio o por trabajo. Prueba de ello es cada año nos visitan más de 11 millones de viajeros. Pero si esa cifra se mantiene, e incluso se incrementa, como ocurrió el año pasado, es gracias a varios factores entre los que una planta hotelera en muy buenas condiciones, con instalaciones renovadas, juega un papel clave. De hecho, la planta hotelera del país que ha destinado más a su modernización en los últimos años es la de Baleares, según los datos extraídos del primer informe sobre ‘Inversión en Reformas Hoteleras y Hoteles en Construcción en España’, elaborado por Colliers International. Solo en el trienio de 2015 a 2017, la inversión en renovación de hoteles y construcción de nuevos establecimientos en Baleares acumuló 1.121 millones de euros, casi el doble que la siguiente comunidad en el ranking, las islas Canarias, que invirtió 625 millones de euros.
La razón de estas reformas es clara: la renovación hotelera es una herramienta fundamental para reposicionar cualquier establecimiento, especialmente en destinos donde hay una gran competencia, como Mallorca. Cada vez son más los huéspedes que buscan experiencias que les permitan disfrutar más que en casa, y para poder proporcionarlas es fundamental mantener una actualización constante, aprovechando las reformas para ganar en confortabilidad, personalización y eficiencia energética. Pero para que todo lo anterior sea posible y obtenga como resultado una alta rentabilidad, es importante planificar y administrar una renovación correctamente.
Para elegir el momento adecuado, revisar el calendario (en concreto la ocupación) de años anteriores, es el primer paso. El objetivo es encontrar la mejor época del año para renovar el hotel sin interferir en la actividad. La mayoría de hoteles en Mallorca suelen elegir finales del mes de octubre, justo cuando termina la temporada alta, para iniciar la renovación de su hotel. Sin embargo, la elección de la fecha dependerá del tipo de cliente que acuda al establecimiento hotelero, ya que si el grueso de la clientela son huéspedes que acuden a congresos u otros eventos, o que viajan a Mallorca por trabajo, la mejor opción para comenzar las obras de reforma puede ser precisamente la época estival. Por eso se trata de adaptar el inicio de las obras al momento de menor actividad del hotel, ajustándolo al tiempo de menor demanda de su clientela. Lo importante es que la fecha final de obra esté prevista para antes de que comience la temporada alta del establecimiento, de forma que el hotel pueda abrir sus puertas ya totalmente renovado cuando se prevé que habrá más actividad.
El siguiente paso, que es sumamente importante, consistirá en ajustar los procesos de ejecución y tener garantías de que se cumplirán en los plazos previstos. Especialmente si se trata de obras mayores visadas que afecten a la estructura, la fachada o el volumen de los edificios, que se prolongarán durante más tiempo.
A este “cocktail de variables” habrá que añadir una decisión de equiparable importancia: qué espacios hemos de renovar. En todo proyecto de renovación de hotel es importante prestar atención a las actualizaciones de pasillos y espacios públicos, que serán la primera toma de contacto del cliente, además de las habitaciones, que serán las que tengan el mayor impacto en el huésped. Por lo demás, en todas las decisiones de renovación hotelera se deben tener en cuenta variables como el ahorro energético y el bienestar de los ocupantes, y en ellas juegan un papel fundamental las últimas tendencias en tecnología, arquitectura de interiores, equipamiento y eficiencia energética.
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